Hola a todos!!
Me paso de nuevo por Mi pequeño rincón para hacer esta breve crónica de un día de muchas emociones, libros, nervios, abrazos, reencuentros, charlas, saber cara a cara que os parecen mis libros, firmas, besos, fotos... ¡Allá vamos!
Personalmente Sant Jordi siempre ha sido un día muy especial para mí, mucho antes de que se me pasara por la cabeza plantarme delante del ordenador y ponerme a escribir. En Cataluña, lo vivimos con muchas ganas e ilusión, la ocasión perfecta para los amantes de los libros de encontrarnos, de pasar a ver a esos autores que nos hacen soñar, para que nos firmen nuestros libros y poder compartir unos instantes de charla, de compartir que nos han parecido sus historias, que nos han hecho sentir, que esperamos del próximo libro (si lo hay).
Desde que empecé a publicar, todos los 23 de abril han sido muchísimo más emocionantes...
Este año iba a ser diferente... En primer lugar, mi medio limón, propietaria de este blog, no iba a poder acompañarme. Yo que soy mucho de visualizar, pensaba que al final sería posible, pero un par de días antes, me di cuenta de que no iba a poder ser y que sin ella no iba a ser lo mismo... Todo se complicó por temas familiares que no vienen al caso, pero mi familia tampoco iba a poder estar conmigo... Tuve claro que no podría estar al 100%, que mi cabeza estaría con ellos y no en la parada, no me sentía con las mismas ganas, fuerzas e ilusión que años anteriores, pero eso no quiere decir que no estuvieran ahí, semi-ocultas, tras un velo de incertidumbre y preocupación... Y para complicar un poco más la ecuación, el tiempo estaba loco y aunque no habían anunciado lluvias, las nubes amenazaban con estropear el día que llevaba todo el año esperando...
Madrugamos y nos fuimos para la Rambla Principal de Vilanova, ya con el coche allí cargado esperándonos. Con prisa montamos la parada, que mal se me da esto de poner las cosas bonitas... ¡Qué desastre soy para esas cosas! Pero creo que la parada quedó chula, muy cargada, pero chula.
23 de abril de 2016 Parada "Desterrats" que muy amable y generosamente me hicieron un hueco para que pudiera firmar.
Sant Jordi 2018 acompañada de Patricia P. Guerola. ↑↑
Madrugamos y nos fuimos para la Rambla Principal de Vilanova, ya con el coche allí cargado esperándonos. Con prisa montamos la parada, que mal se me da esto de poner las cosas bonitas... ¡Qué desastre soy para esas cosas! Pero creo que la parada quedó chula, muy cargada, pero chula.
Parada Sant Jordi 2019
Parecía que el tiempo iba a darnos tregua, con las prisas y los nervios hasta sudamos preparando todo y no tardaron en llegar las primeras visitas.
Es imposible expresar todo lo que me hacéis sentir esas personas que me leéis, cuando podemos comentar mis libros, recibir vuestras opiniones, poder debatir algunos aspectos de esas historias a las que dedico tanto tiempo, a las que mimo tanto, dejando parte de mí en ellas, emocionándome yo sola al escribirlas, soñando con que os gusten y podáis disfrutar tanto de la lectura como lo hago yo creándolas, palabra a palabra, párrafo a párrafo, capítulo a capítulo, hasta llegar al ansiado final.
Todo iba genial. Mi chico tenía que marcharse a comer para ir a trabajar, había llegado el refuerzo de la mañana, que era muy especial, ya que mi prima Miri, es como una hermana para mí y es el primer Sant Jordi desde que empecé a publicar que está aquí, que iba a pasar conmigo y me hacía especial ilusión.
Pero... Empezó a llover... Firmaba un libro cuando unas gotas traicioneras empezaron a caer tímidamente, no quería creerlo, pero no me quedó otra, cuando la tinta de la dedicatoria empezó a correrse... ¡Qué desastre! No estábamos preparados y nos tocó correr, intentar poner los libros a salvo... Como pudimos improvisamos unos plásticos para tapar los libros, corriendo llamé a mi tío para ver si él que es artista, tenía algo que salvara la papeleta y se acercó a comprar una carpa que nos trajo con diligencia.
De todos los libros expuestos en la parada, hubo tres que no se pudieron salvar, que sortearé en Facebook (aunque todavía no sé como ni cuando).
Montar la carpa fue un show, sinceramente, pensaba que no lo conseguiríamos, por suerte, por allí pasaron dos bebés preciosas que me trajeron una rosa y nos echaron una mano. Entre las cuatro, una en cada esquina ¡lo conseguimos! Y lo mejor de todo, es que acabamos de montarla bajo el sol...
Aunque las cosas no habían podido ser como yo esperaba o tenía previsto, me sentí súper arropada, acompañada y querida. Y hubo muchas más visitas.
Gracias a todos los que pasasteis a verme, a todo el cariño que recibí aquella mañana, me anclasteis a la parada y aunque estaba pendiente del móvil, esperando noticias, me sentí allí, en cuerpo y alma y me siento muy muy agradecida.
La cosa como siempre se relajó a mediodía, pensamos en pedir algo para comer, pero mi prima que me conoce como nadie, fue a buscar mi plato de pasta favorito y por fin, pude respirar tranquila al tener buenas noticias de mi familia.
La sobremesa la disfruté con una amiga de toda la vida, a la le agradezco de corazón que buscara ese ratito para venir a verme. Una pena que no nos hiciéramos ni una triste foto...
La tarde fue aún más emocionante. De muchas visitas, conversaciones que me hicieron creer en mí, en mi talento, que me hicieron darme cuenta que aunque me queda mucho por mejorar y aprender, todavía mucho por recorrer, ya puedo rozar con la puntita de los dedos mi sueño de convertirme en la escritora que sueño ser...
La tarde fue aún mejor, sentí que mis emociones y sentimientos se desbordaban, no había nada conteniendolas, estaba en mi salsa y disfrute como una enana, observando como la parada se iba vaciando, charlando con todos los que lo hicisteis posible, compartiendo confidencias, consejos, buenos deseos, escuchando que esperabais de mis próximas obras, de las que iban en vuestras manos, que os habían parecido las anteriores. La oportunidad de poder hablar de todo ello, mirándonos a los ojos, es tan estimulante, me transmite tanto que me deja sin palabras. La verdad es que recibir tanto cariño me hizo estar allí de una forma que me parecía imposible...
Ya sabía que este no iba a ser el mejor Sant Jordi, tenía claro que no iba a poder estar en la parada como los años anteriores, pero la verdad es que recibir tanto cariño me hizo estar allí de una forma que me parecía imposible... Me quedo con la sensación con la que llegué a casa, estaba llena de dicha, ilusionada hasta el extremo por todo lo vivido, por la compañía y cariño, por los buenos deseos. Fue un día emocionante y ya estoy deseando que vuelva a llegar.
Solo me queda dar las gracias a los refuerzos que estuvieron a mi lado a lo largo de todo el día: Joni, Miri, Jenny y Marina, muchas, muchísimas gracias por ayudarme, acompañarme y no dejarme sola un instante. Gracias a mi madre y a mi amigui Luisi, por pasarse aunque fuera poquito, sé que a las dos os hubiera encantado estar allí más tiempo, puede que todo el día, y no pudisteis hacerlo, pero seguro, el año que viene será mejor. Y por último a la resistencia, que estuvisteis allí hasta última hora, que me ayudasteis a desmontar el chiringuito: Javi, Ana, Juanjo y bebés, gracias por estar ahí hasta el final 💗💗
Al llegar a casa, me sentía exhausta, agotada, pero tan llena de dicha, tan emocionada y agradecida que no cabía en mí.
No me queda mucho más que añadir, solo que el año que viene más y seguro mejor. Gracias a todos los que aportasteis vuestro granito de arena, que no fuisteis pocos. MIL GRACIAS.
#cronica #SantJordi #SantJordi2019 #DiaDelLibro #visitas #amigos #lecturas #lectoras #lectores #libros #sueños #CumpliendoSueños #SueñosPorCumplir
Es imposible expresar todo lo que me hacéis sentir esas personas que me leéis, cuando podemos comentar mis libros, recibir vuestras opiniones, poder debatir algunos aspectos de esas historias a las que dedico tanto tiempo, a las que mimo tanto, dejando parte de mí en ellas, emocionándome yo sola al escribirlas, soñando con que os gusten y podáis disfrutar tanto de la lectura como lo hago yo creándolas, palabra a palabra, párrafo a párrafo, capítulo a capítulo, hasta llegar al ansiado final.
Todo iba genial. Mi chico tenía que marcharse a comer para ir a trabajar, había llegado el refuerzo de la mañana, que era muy especial, ya que mi prima Miri, es como una hermana para mí y es el primer Sant Jordi desde que empecé a publicar que está aquí, que iba a pasar conmigo y me hacía especial ilusión.
Pero... Empezó a llover... Firmaba un libro cuando unas gotas traicioneras empezaron a caer tímidamente, no quería creerlo, pero no me quedó otra, cuando la tinta de la dedicatoria empezó a correrse... ¡Qué desastre! No estábamos preparados y nos tocó correr, intentar poner los libros a salvo... Como pudimos improvisamos unos plásticos para tapar los libros, corriendo llamé a mi tío para ver si él que es artista, tenía algo que salvara la papeleta y se acercó a comprar una carpa que nos trajo con diligencia.
De todos los libros expuestos en la parada, hubo tres que no se pudieron salvar, que sortearé en Facebook (aunque todavía no sé como ni cuando).
Montar la carpa fue un show, sinceramente, pensaba que no lo conseguiríamos, por suerte, por allí pasaron dos bebés preciosas que me trajeron una rosa y nos echaron una mano. Entre las cuatro, una en cada esquina ¡lo conseguimos! Y lo mejor de todo, es que acabamos de montarla bajo el sol...
Equipo carpa (orgullosas de nuestra hazaña).
Aunque las cosas no habían podido ser como yo esperaba o tenía previsto, me sentí súper arropada, acompañada y querida. Y hubo muchas más visitas.
Gracias a todos los que pasasteis a verme, a todo el cariño que recibí aquella mañana, me anclasteis a la parada y aunque estaba pendiente del móvil, esperando noticias, me sentí allí, en cuerpo y alma y me siento muy muy agradecida.
Mi amigui se pasó a vernos un ratito. Y es que un Sant Jordi sin ella, no puede ser Sant Jordi...
La cosa como siempre se relajó a mediodía, pensamos en pedir algo para comer, pero mi prima que me conoce como nadie, fue a buscar mi plato de pasta favorito y por fin, pude respirar tranquila al tener buenas noticias de mi familia.
La sobremesa la disfruté con una amiga de toda la vida, a la le agradezco de corazón que buscara ese ratito para venir a verme. Una pena que no nos hiciéramos ni una triste foto...
La tarde fue aún más emocionante. De muchas visitas, conversaciones que me hicieron creer en mí, en mi talento, que me hicieron darme cuenta que aunque me queda mucho por mejorar y aprender, todavía mucho por recorrer, ya puedo rozar con la puntita de los dedos mi sueño de convertirme en la escritora que sueño ser...
La tarde fue aún mejor, sentí que mis emociones y sentimientos se desbordaban, no había nada conteniendolas, estaba en mi salsa y disfrute como una enana, observando como la parada se iba vaciando, charlando con todos los que lo hicisteis posible, compartiendo confidencias, consejos, buenos deseos, escuchando que esperabais de mis próximas obras, de las que iban en vuestras manos, que os habían parecido las anteriores. La oportunidad de poder hablar de todo ello, mirándonos a los ojos, es tan estimulante, me transmite tanto que me deja sin palabras. La verdad es que recibir tanto cariño me hizo estar allí de una forma que me parecía imposible...
Aunque cansada, al final vino hasta mi madre. Porque si un Sant Jordi no lo puede ser sin mi amigui, sin ella tampoco. Te quiero 💗
Ya sabía que este no iba a ser el mejor Sant Jordi, tenía claro que no iba a poder estar en la parada como los años anteriores, pero la verdad es que recibir tanto cariño me hizo estar allí de una forma que me parecía imposible... Me quedo con la sensación con la que llegué a casa, estaba llena de dicha, ilusionada hasta el extremo por todo lo vivido, por la compañía y cariño, por los buenos deseos. Fue un día emocionante y ya estoy deseando que vuelva a llegar.
Solo me queda dar las gracias a los refuerzos que estuvieron a mi lado a lo largo de todo el día: Joni, Miri, Jenny y Marina, muchas, muchísimas gracias por ayudarme, acompañarme y no dejarme sola un instante. Gracias a mi madre y a mi amigui Luisi, por pasarse aunque fuera poquito, sé que a las dos os hubiera encantado estar allí más tiempo, puede que todo el día, y no pudisteis hacerlo, pero seguro, el año que viene será mejor. Y por último a la resistencia, que estuvisteis allí hasta última hora, que me ayudasteis a desmontar el chiringuito: Javi, Ana, Juanjo y bebés, gracias por estar ahí hasta el final 💗💗
La resistencia.
Al llegar a casa, me sentía exhausta, agotada, pero tan llena de dicha, tan emocionada y agradecida que no cabía en mí.
No me queda mucho más que añadir, solo que el año que viene más y seguro mejor. Gracias a todos los que aportasteis vuestro granito de arena, que no fuisteis pocos. MIL GRACIAS.
#cronica #SantJordi #SantJordi2019 #DiaDelLibro #visitas #amigos #lecturas #lectoras #lectores #libros #sueños #CumpliendoSueños #SueñosPorCumplir